SISTEMA DE LAVADO AUTOMÁTICO

Durante el funcionamiento, la pared interior de la torre se ensucia y debe lavarse periódicamente. Con el sistema de lavado automático, se puede conseguir un considerable ahorro de agua, mejorando la gestión de toda la operación. La intervención consiste en introducir una boquilla en el cuerpo de la torre. Esto puede hacerse verticalmente o, si el espacio no lo permite (y para los modelos antes del ATM, ATE y ATI), a través de una trampilla realizada en la pared lateral de la torre. La boquilla está equipada con un cabezal giratorio que, en el ciclo de lavado automático, cubre toda la superficie interna con alta presión (16 bar) y bajo caudal. Además de ahorrar agua, se reducen considerablemente las horas-hombre necesarias para llevar a cabo la operación, que se vuelve estandarizada, repetible e independiente del factor humano. Intrínsecamente seguro, el sistema automático solo puede funcionar cuando la temperatura de las chapas de la torre desciende por debajo de una temperatura determinada, lo que evita los riesgos del «lavado en caliente» (dilatación-grietas en el cuerpo de la torre). La intervención incluye también el suministro de lanzas para los últimos retoques.

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